30 de marzo de 2007

Cubriendo la responsabilidad política

El gobernador del Chocó, Julio Ibargüen Mosquera, en una salida insólita, dijo que: ".. todo el escándalo que se ha suscitado en torno al tema de la salud en su departamento no es más que una cortina de humo, para desviar la atención nacional e internacional sobre el debate de la 'parapolítica'..." antes de salir de vacaciones pese a la crisis que se le estalló en su gobernación.

Dijo que el fue electo por 41 mil votos, una de las más altas que se han registrado en el Chocó, y por lo tanto no va renunciar como consecuencia de ese escándalo, y que solo saldrá de su cargo, por una orden judicial o por la revocatoria de un mandato. Y acaso con votos y levantando un humeral creera este "digno" mandatario que su gestión por las comunidades indigenas y negras autoctonas de la región del pacífico chocoano? Dará salud y educación a la población chocoana? Lo que este señor no sabe fue que 40.000 chocoanos apostaron hace casí 4 años en este mandatario para que manejara los recursos del departamento, recursos que el gobierno en Bogotá gira fielmente cada mes.

El funcionario reconoció que se han presentado muertes de niños por desnutrición, sobre todo en las comunidades indígenas, pero lo calificó como un problema de cultura ancestral. Pero para eso hay programas en los cuales la salud pública puede intervenir para remediar la situación.

Le pidió a los organismos de control que si tienen pruebas de desviación de recursos destinados a la salud que hagan las denuncias. Pues eso es lo que están realizando actualmente el Contralor de la nación; además que este señor cree que porque se murieron 12 niños, es pan de cada día, porque sus Padres prefirieron llevarlo al "Brujo" y no al médico que vá una vez por mes solo 2 horas al día?

Por su parte el director del departamento de Seguridad Social del Chocó Víctor Klinger, rechazó la propuesta de intervención del Procurador General de la Nación, Edgardo Maya, y la calificó de equivocada. Aseguró que traer personas foráneas , que no conozcan los problemas del Chocó sería acrecentar la crisis que se está presentando... Poco más y declara un acta de independencia, está declaración demuestra lo contrario que "posiblemente" querria decir, el completo desconocimiento es lo que se esta tratando de corregir, pero yo pregunto: si estos funcionarios sabian de antemano las crisis por las cuales pasaba el departamento del Chocó, no serían ellos culpables de la situación? y sí sabian porque no hicieron nada por remediarlo??

El Gobierno Nacional presentará un proyecto de reforma constitucional para tener herramientas que le permitan combatir la corrupción administrativa de las regiones. Según el ministro del Interior, Carlos Holguín, se busca tener mecanismos que permita la gobierno central intervenir los departamentos o municipios que como el Chocó demuestren incapacidad administrativa. Será un proyecto que permita como ocurre hoy en las empresas de servicios públicos que puedan ser intervenidas por la superintendencia de servicios” , explicó el ministro. Eso se parece a un punto del Referendo que se quizo hacer por allá hace cerca de 3 años y que el mismo aparato burocratico colombiano tumbó... Ojalá esta vez se pueda implementar...

Marta Palacio, médico de urgencias del hospital San Francisco de Asís, en el Chocó, reveló que los niños que llegan al centro de atención presentan infecciones respiratorias y principalmente bronconeumonía. La especialista asegura que los cuadros de diarrea, respiratorios y digestivos están relacionados con el estado de desnutrición de los niños, especialmente de los más pequeños.

La Brigada de Salud de Antioquia dispuso el helicóptero para movilizar los niños mas graves desde el Urabá chocoano hasta Medellín. La movilización está coordinada por el propio gobernador encargado.

Los niños no se han muerto por desnutrición en Chocó solo ahora, esta es una historia de siempre”. Con esta frase contundente el Obispo de Quibdo, monseñor Fidel León Cadavid Marín, se refirió al tema de la salud en su departamento, la corrupción y el descuido.


Datos acerca del Chocó
450.000 Habitantes tiene el departamento del Chocó, según las últimas cifras del Censo.

30.000 Hogares de nivel uno del Sisben, quedarán incorporados antes de finalizar abril próximo, al programa Familias en Acción.

17.000 Familias reciben actualmente los beneficios de ayuda del Estado y se extenderán a otras 13.000.

46.500 Pesos mensuales recibirá cada familia, para los gastos de nutrición de los niños y niñas menores de 7 años.

14.000 Pesos mensuales se le entregara a cada familia con menores de edad que estén cursando básica primaria.

2 Billones 230 mil millones de pesos en programas de inversiones, anunció el Departamento de Planeación.

29 de marzo de 2007

Free Hugs Campaign - Campaña de Abrazos Gratis



Un bello ejemplo que la tolerancia y aceptación por cada ser humano se puede dar en cualquier sociedad...

27 de marzo de 2007

El Mito del Neoliberalismo

Por Enrique Ghersi
CITEL

1.0 Introducción
Se me ha pedido hacer una presentación acerca del presunto mito del “neoliberalismo”. Alberto Benegas Lynch (h) y Charles Bird han creído que tengo alguna competencia para ello. Su invitación supuso para mí una tarea enorme que he tratado de enfrentar haciendo un pequeño trabajo de investigación sobre el problema.

Ante la falta de fuentes específicas, tuve que recurrir al consejo de algunos amigos a quienes estoy especialmente agradecido. Israel Kirzner me hizo notar el lejano origen misiano del término y me alentó a profundizar en él. Kurt Leube me dio la primera noticia sobre el libro de Nawroth que, confieso, desconocía por completo. Si no hubiera sido por la persistencia de Ian Vásquez, quien logró ubicar una copia del mismo en un anticuario de Munich, no hubiera podido consultarlo. Federico Salazar me hizo notar el problema existente en la traducción inglesa de Liberalismus del que hablaremos después. Me prestó, además, de su biblioteca privada buena parte de los libros consultados. Mario Ghibellini me sugirió las lecturas de teoría literaria y retórica que son el cuerpo de la reflexión final de esta ponencia y se aventuró a explicármelas. Finalmente, un artículo de mi amiga Cecilia Valverde Barrenechea me permitió conseguir la información correspondiente al coloquio convocado por Lippman en 1938, donde se habría acuñado, al parecer, el término. Por cierto, los errores son sólo de mi responsabilidad.

El término “neoliberalismo” es confuso y de origen reciente. Prácticamente desconocido en Estados Unidos, tiene alguna utilización en Europa, especialmente en los países del este. Está ampliamente difundido en América Latina, África y Asia. Sin embargo, esta difusión tiene poco que ver con su origen histórico. Forma parte del debate público que se produce en tales regiones, en el que la retórica -que es una ciencia autónoma- tiene un rol protagónico para darle o quitarle el sentido a las palabras.

Ahí donde tiene difusión el “neoliberalismo”, es utilizado para asimilar con el liberalismo, a veces despectivamente, a veces con cierta pretensión científica, políticas, ideas o gobiernos que, en realidad, no tienen nada que ver con él. Esta práctica ha llevado a muchos a considerar que se encontraban frente a un mito contemporáneo: el “neoliberalismo” sólo existía en la imaginación de quienes usaban el término.

Este rechazo se ve incrementado además porque actualmente resulta muy difícil encontrar un liberal que se reclame a sí mismo como perteneciente a aquella subespecie, calificándose como “neoliberal”. Por el contrario, quienes lo usan son generalmente sus detractores.

En base a tales consideraciones generalmente asumidas por los liberales inicié este trabajo, pero muy pronto advertí algunos problemas bastantes significativos con ellas. En primer lugar, que el “neoliberalismo” técnicamente no es un mito, sino una figura retórica por la cual se busca pervertir el sentido original del concepto y asimilar con nuestras ideas a otras ajenas con el propósito de desacreditarlas en el mercado político. En segundo, que el “neoliberalismo” podría haber sido acuñado como término en agosto de 1938 por un muy destacado grupo de intelectuales liberales en París, entre los cuales se encuentran varios de nuestros héroes.

Por ello, en esta presentación voy a explorar, primero, los posibles orígenes de la palabra, para luego abordar sus diferentes significados al interior del liberalismo y concluir después con una contribución para esclarecer los mecanismos probables por los que se ha producido la corrupción de esta palabra. Debo indicar de antemano la sorpresa con que he comprobado la facilidad con los liberales concedemos los debates terminológicos en manos de nuestros rivales, pues no sólo hemos perdido la palabra “neoliberal”, materia de la presente exposición, sino antes también la palabra social y hasta el propio liberalismo.

2.0 El Término
Rastrear los orígenes del término “neoliberalismo” no es una tarea que pueda considerarse concluida. De hecho existe bastante confusión al respecto y resulta un tema de la mayor importancia para una investigación futura de largo aliento. Por ello, lo que a continuación se presenta no es más que una breve contribución a que esta investigación se produzca.

Como suele suceder con las palabras que han hecho fortuna, es probable que “neoliberalismo” sea un término con varios orígenes distintos.

Uno primero parece encontrarse en algunos escritos de von Mises; uno segundo es el que le atribuye a la creación colectiva de un coloquio convocado por Walter Lippman la autoría del término; uno tercero es el que lo vincula a la llamada economía social de mercado; y uno cuarto, a la escuela liberal italiana de las entreguerras. Examinemos brevemente cada uno de ellos:

2.1 Von Mises
Aunque no hace uso explícito del término, von Mises sí lo evoca en distintas oportunidades pero asistemáticamente, como veremos. En efecto, von Mises habla de älteren Liberalismus y de neuen Liberalismus, no de “neoliberalismo”. Sin embargo, puede llevar a confusión si revisamos la edición inglesa de Liberalismus, pues encontraremos ahí la cita siguiente:

“Nowhere is the difference between the reasoning of the older liberalism and that of neoliberalism clearer and easier to demonstrate than in their treatment of the problems of equality” .

Hasta ahí se podría llegar a la conclusión de que von Mises introdujo el término, pues Liberalismus es un libro de 1927. No obstante, si revisamos la edición alemana original veremos que el término “neoliberalismo” no aparece.

En efecto, la cita original es:

“Nirgends ist untershied,der in der argumentation zwischen dem älteren Liberalismus und dem neuen Liberalismus besteht, karer und leichter auzfzuweisen alsbeim problem der gleichheit” .

Por cierto que con esto no estamos sugiriendo que haya sido el traductor del texto al inglés, nuestro querido Ralph Raico, quien haya inventado el término, pues en 1962, fecha en que la traducción se produce, ya venía siendo usado en algunos círculos académicos, al punto de que, como veremos luego, ya había sido objeto hasta de un coloquio específico para discutir su adopción.

No sólo en Liberalismus, que es de 1927, puede rastrearse el origen del término, también en otro libro anterior de von Mises existe una referencia aún más remota. En efecto, en Socialismo, que es de 1922, habla también acerca de la diferencia entre el viejo liberalismo (älteren Liberalismus) y el nuevo liberalismo (neuen Liberalismus), pero tampoco usa expresamente la palabra “neoliberalismo” para describir a este último.

Así, von Mises sostiene que “today the old liberal principles have to be submitted to a throrough reexamination. Science has been completely transformed in the last hundred years, and today the general sociological and economic foundations of the liberal doctrine have to be re-laid. On many questions liberalism did not think logically to the conclusion. There are loose threads to be gathered up. But the mode of political activity of liberalism cannot alter” .

Posteriormente, en el prefacio a la Segunda Edición alemana de ese mismo libro, el autor dijo:

The older liberalism, based on the classical political economy, maintained that the material position of the whole of the wage-earning classes could only be permanently raised by an increase of capital, and this none but capitalistic society based on private ownership of the means of production can guarantee to find. Modern subjective economics has strengthened and confirmed the basis of the view by its theory of wages. Here modern liberalism agrees entire with the older school” .

Más allá de las confusiones que podrían haberse creado en las traducciones, en mi concepto está claro que, aunque Mises no utilizó explícitamente el término, sí habló con frecuencia de un liberalismo viejo y de un liberalismo nuevo. Empero, inclusive en ello fue bastante inexacto.

En la cita de Liberalismo resulta del contexto que por neuen Liberalismus se refiere a los socialistas que se hacen pasar por liberales, mientras que por älteren Liberalismus se refiere a los que llamaríamos liberales clásicos. Teniendo en cuenta que, como dijéramos, el libro es de 1927, este uso es concordante con lo que en textos posteriores von Mises llamaría pseudo liberales.

En cambio, en las citas de Socialismo, parece ser que el autor quiere distinguir entre el viejo y el nuevo liberalismo en función de la teoría subjetiva del valor. En tal sentido, el liberalismo se dividiría en viejo (älteren), antes del valor subjetivo, y nuevo (neuen) después de él. Con esto, además, diera la impresión de que von Mises quiere resaltar especialmente la contribución de Menger y Böhm-Bawerk, en lo que después vendría en llamarse escuela austríaca de economía.

Entonces, si bien es posible rastrear el término “neoliberalismo” hasta von Mises, el sentido que estas alusiones precursoras tuvieron no fue siempre el mismo. En el Liberalismo se usó para designar a los socialistas encubiertos y otros enemigos de la libertad; en el Socialismo, para designar al liberalismo después de la teoría subjetiva del valor.

2.2 El Coloquio de Walter Lippman
Cuenta Louis Baudin que en agosto de 1938 se reunieron en París un grupo de destacados pensadores liberales a iniciativa de Walter Lippman. Eran tiempos con aguas procelosas en que Europa se encontraba ad portas de la Segunda Guerra Mundial y se vivía una situación de grave amenaza y efectiva conculcación de la libertad en buena parte del viejo continente.

Era propósito del coloquio analizar el estado de la defensa de la libertad y las tácticas y estrategias que deberían llevarse a cabo en tiempos tan difíciles. Refiere el propio Baudin que la discusión fue muy amarga, habiéndose escuchado voces de rechazo al término liberalismo por un supuesto descrédito frente a la opinión pública predominante, así como la necesidad de enfatizar que los defensores de la libertad de entonces no avalaban lo que se consideraban los errores fatales del viejo orden europeo.

Afirma Baudin que en esa discusión se acuñó, primero, y se propuso utilizar a partir de entonces, después, el término “neoliberal” para significar precisamente nuestra corriente de pensamiento.

Según el propio Baudin, el “neoliberalismo” se estableció como la palabra clisé que habría de describirnos en función a cuatro principios fundamentales. A saber, el mecanismo de precios libres, el estado de derecho como tarea principal del gobierno, el reconocimiento de que a ese objetivo el gobierno puede sumar otros y la condición de que cualquiera de estas nuevas tareas que el gobierno pueda sumar debe basarse en un proceso de decisión transparente y consentido.

Participaron en el seminario gente de la talla de Rueff, Hayek, von Mises, Rustow, Roepcke, Detauoff, Condliffe, Polanyi, Lippman y el propio Baudin, entre otros. Como no se tuvo actas ni publicaciones del coloquio, el único testimonio de primera fuente que ha quedado es el citado libro de Baudin, escrito hacia mediados de los cincuenta.

De ser exacta la versión del autor del Imperio Socialista de los Incas, pues no hay razón alguna para pensar que no lo es, ésta sería la aparición más remota acreditada del término “neoliberalismo”. Pero además, quedaría claro que no es verdad un aserto comúnmente repetido por muchos en nuestros días, acerca de que ningún liberal que se precie de tal ha reconocido como suyo el término “neoliberal”. Por la versión de Baudin, sería difícil encontrar un grupo que pueda considerarse más liberal, por lo menos en su época, que el que fue convocado por el ilustre periodista norteamericano.

El coloquio de Lippman es además una curiosa paradoja en todo este tema tan complejamente relacionado con giros de lenguaje y figuras retóricas. El que el término “neoliberal” pudiese ser una creación colectiva de un coloquio de intelectuales individualistas puede constituirse en una de las más notables curiosidades de la historia del pensamiento contemporáneo.

2.3 La economía social de mercado
Edgar Narwoth publicó en 1961 un libro que en su época tuvo una gran importancia en la defensa y difusión de las ideas de la libertad. Se llamó Die Social-und Wirtschaftsphilosophie des Neoliberalismus .

En él presenta triunfalmente como el renacimiento del liberalismo la aparición de un conjunto de escuelas del pensamiento en Alemania. Así, considera como neoliberales a la Escuela de Friburgo (Eucken y Mueller – Armack, entre otros) y la Munich (Erhard y Kruse entre otros). Destaca también la contribución Wilhem Roepcke y Alexander Rustow, así como la influencia de la revista Ordo, que se publicaba con singular éxito por entonces.

Ello hace que Schuller y Krussemberg del Centro de Investigación para la Comparación de Sistemas de Dirección Económica de la Phillipps Universitat de Marburgo definan el término “neoliberalismo” como “un concepto global bajo el que se incluyen los programas de la renovación de la mentalidad liberal clásica cuyas concepciones básicas del orden están marcadas por una inequívoca renuncia a las ideas genéricas del laissez faire y por un rechazo total por los sistemas totalitarios. Los esquemas neoliberales del orden económico y social son modelos de estructuración cuyo denominador común central es la exigencia de garantía (constitucional o legal) de la competencia frente a la prepotencia, aunque dan respuestas diferentes al problema de cómo debe resolverse la relación de tensión entre la libertad y la armonía social. Son importantes en este rubro, además de las ideas, de la Escuela de Friburgo las concepciones desarrolladas por Alfred Mueller Armack (Economía Social de Mercado) Wilheim Roepcke y Alexander Rustow. Este tipo de neoliberalismo se distancia clara y expresamente de aquel paleoliberalismo que defendía dogmáticamente la convicción de la armonía inmanente de un sistema de mercado y hacía del laissez faire una obligación (…) Se insiste en que el marco del mercado que abarca la autentica zona de lo humano, es infinitamente más importante que el mercado mismo, de ahí la necesidad de un tercer camino entre el paleoliberalismo y el camino del “neoliberalismo”.

En conclusión, para Schuller y Krussemberg, y con ellos buena parte de la opinión mayoritaria del mundo académico alemán contemporáneo, la economía social de mercado era el neoliberalismo. Esta idea, sin embargo, no parece coincidir con los creadores de la escuela, pues la evidencia documental demuestra exactamente lo contrario de lo que quiere presentarse comúnmente. Como veremos, para los fundadores de la economía social de mercado, el término neoliberalismo era aplicable exactamente a quienes no compartían los puntos de vista de su escuela. No a sus seguidores.

Examinemos por ejemplo muy someramente el pensamiento de Mueller-Armack , quien tiene la mayor importancia en medio de los pensadores tan destacados que dieron origen a esta escuela. De antemano debemos señalar que de la revisión de su obra no podemos inferir que este autor haya acuñado el término “neoliberalismo”. A pesar de utilizar en varias oportunidades la palabra, no hay ningún rastro explícito referido a su creación ni a la semántica que le era atribuida por él.

Así por ejemplo, cuando define economía social de mercado, señala textualmente:

“ ... El concepto de economía social de mercado se apoya en el convencimiento, ganado gracias a las investigaciones de las últimas décadas de que no puede practicarse con éxito una política económica sin haber adoptado decididamente un principio coordinador. Los resultados pocos satisfactorios obtenidos por los sistemas intervencionistas de carácter híbrido condujeron a la teoría de los sistemas económicos desarrollada por Walter Eucken, Franz Böhm, Friderich Hayek, Wilheim Roepcke y Alexander Rustow, entre otros, la conclusión de que el principio de libre concurrencia como indispensable medio organizador de colectividades sólo se mostraba eficaz cuando se desenvolvía dentro de un orden claro y preciso, garantizando la competencia. En esta idea, reforzada aún más por las experiencias de economía bélica en la segunda guerra mundial, se basa la ideología de la economía social de mercado. Los representantes de esta escuela comparten con los del neoliberalismo el convencimiento de que la antigua economía liberal había comprendido correctamente el significado temporal de la competencia, pero sin haber prestado la debida atención a los problemas sociales y sociológicos. Al contrario de lo que pretendía el antiguo liberalismo, la economía social de mercado no persigue el restablecimiento de un sistema de laissez faire; su meta es un sistema de nuevo cuño”.

Como puede verse del párrafo citado, aunque Mueller-Armack usa el término “neliberalismo”, no lo hace para calificar a la economía social de mercado como tal, sino por el contrario para distinguirla de otras corrientes liberales sin precisar exactamente cuáles. De ahí que sea difícil poder sostener que, al menos Mueller-Armack, padre de la economía social de mercado, hubiese considerado a ésta como una corriente “neoliberal”. Antes bien, creo que es claro que él consideraba como tales a los liberales contemporáneos a él, posteriores a la teoría subjetiva del valor.

Por cierto, no es este el lugar ni la oportunidad para abordar a cabalidad las múltiples contribuciones de estos destacados autores ni tampoco para estudiar sus errores. Para nuestro propósito es importante sí advertir que en esta escuela algunos han creído ver un segundo origen del término liberalismo. De lo que cabe duda, es que, lo hayan inventado o no, lo usaron deliberadamente para distinguir una escuela liberal de otra. Sea por auténtica convicción o por pura estrategia de mercadeo contribuyeron así decididamente a introducir el término y a impulsar su primera difusión.

Esto hace que ya en 1963 Trías Fargas, al escribir el prólogo a la edición española del citado libro de Mueller-Armack, sostenga que “La economía social de mercado quiere ser algo más amplio y practico que la teoría neoliberal, con lo que por otra parte coincide en los puntos principales. Es más, la segunda suministra a la primera el espinazo teórico que le confiere carácter la secuencia de ideas que arrancando del paleoliberalismo ha llegado al neoliberalismo para desembocar en la economía social de mercado como programa político.”

Podría decirse, entonces, que ya por entonces el término estaba difundido en el sentido de identificar como tales a las corrientes liberales posteriores a la llamada revolución marginalista. Adicionalmente debe decirse que la utilización del término no era peyorativa, como ha devenido en tiempos recientes, sino daba la impresión de usarse a la par que para marcar una diferencia para describir un parentesco entre familias pertenecientes finalmente a un mismo tronco común de pensamiento.

2.4 Escuela Italiana
Además de los textos precursores de Mises, de la paradójica creación colectiva de un grupo de individualistas reunidos por Lippman y de la metódica acción de la escuela de la economía social de mercado, existe un cuarto origen probable del término que Kurt Leube cree encontrar en el movimiento intelectual ocurrido en el norte de Italia durante el período comprendido en las entreguerras.

Señaladamente es el caso de Antoni y Einaudi, quienes muy al estilo de los alemanes de su época, trataban de darle a las ideas liberales un impulso decidido en medio de la trágica experiencia autoritaria que les tocó vivir.

Al parecer ellos usaron muy fluidamente el término desde finales de los años cuarenta en adelante. Lamentablemente no hay mayores pruebas de ello que el testimonio de algunos amigos que los oyeron. Sin embargo, mientras que entre los alemanes el término era utilizado un poco en el sentido de Mueller-Armack, como el liberalismo post-subjetivismo, entre los italianos el término podría haber sido utilizado para designarse a ellos mismos como los nuevos liberales.

Diera la impresión de que en este caso la necesidad de desmarcarse del tradicional anticlericalismo del liberalismo clásico en el continente europeo hubiera sido un aliciente muy importante para la adopción del término. Esto podría haber sido igualmente importante para otros grupos de liberales católicos en otros lugares del mundo. De hecho algunos españoles adoptaron el término rápidamente, como vimos en el caso de Trías Fargas.

Se hace difícil aventurarlo, pero creo que es posible sostener que la rápida difusión del término en Latinoamérica podría provenir precisamente del hecho de que en nuestra historia las relaciones del liberalismo en general con la Iglesia estuvieron marcadas siempre por el conflicto y la agresividad.

Con algunas excepciones, los liberales del siglo XIX en nuestro continente estuvieron fuertemente influenciados por el anticlericalismo continental europeo. Desde las guerras de independencia, en que la influencia de las logias masónicas fue esencial para el rompimiento de las elites con España, hasta el establecimiento de las repúblicas independientes esta relación conflictiva estuvo presente.

3.0 Los Conceptos
Hasta aquí el “neoliberalismo” ha evocado cinco conceptos: el liberalismo después de la teoría subjetiva del valor, el pseudo liberalismo o socialismo encubierto, una nueva escuela liberal, el liberalismo despojado de anticlericalismo y una estrategia de mercadeo político. Examinemos sucintamente cada uno de ellos.

3.1. El “neoliberalismo” como liberalismo después de la teoría del valor
Hemos visto ya como von Mises utilizó el término en este sentido, aunque también en otro perfectamente antagónico. En este caso podría argumentarse sin mayores dificultades que el concepto así utilizado corresponde con un hecho real de la mayor importancia histórica y científica, pues el liberalismo experimenta a partir del subjetivismo una transformación bastante importante que cristaliza en la llamada revolución marginalista.

En ese sentido, el “neoliberalismo” sería una etapa en el desarrollo del liberalismo como doctrina, carente de todo sentido peyorativo y antes bien tratando de destacar alguna contribuciones importantes en el mundo de las ideas.

Aunque como todo neologismo, su uso es discrecional y hasta caprichoso al criterio de los autores, diera la impresión de que éste es el sentido en que predominantemente se entiende el término en los círculos académicos y universitarios.

3.2. El “neoliberalismo” como pseudo liberalismo
El propio von Mises introduce otra acepción del término, como hemos visto en la sección precedente. En este caso ya no se trata de una etapa en el desarrollo del concepto liberalismo, sino de una perversión del mismo.

Al menos en el 22, von Mises pensaba que existía un liberalismo nuevo a partir de las contribuciones de sus maestros austríacos a la teoría económica, pero en el 27 ya parece totalmente preocupado porque el nuevo liberalismo fuese en realidad un Caballo de Troya socialista.

A partir de entonces ésa parece haber sido la acepción predominante en el pensamiento misiano, pues en Economic Freedom in the Present-Day World –un texto de 1957- dice que :

“The german ordo-liberalism is different only in details from sozialpolitik of Schmoller and Wagner school. After the episodes of Weimar radicalism and Nazisocialism, it is a return in principle to the wohlfahrtstaat of Bismarck and Posadovsky” .

Luego, habida cuenta de las fechas transcurridas entre la utilización del concepto “neoliberal” para denotar una suerte de fase superior en el desarrollo del liberalismo y la utilización ulterior del mismo para denunciar a los infiltrados en el liberalismo, la literatura misiana parece haber sufrido una evolución en el tiempo significativa. No obstante ello, la no utilización explícita del término y sus referencias asistemáticas a los conceptos opuestos de viejo-nuevo no permitieron una influencia decidida en el tiempo de las ideas de Mises sobre el particular.

Resta, sin embargo, una consideración adicional. Si Mises parece haber optado finalmente por denunciar las desviaciones conceptuales de los nuevos liberales, ¿cómo así ha sido posible que el término “neoliberal” haya terminado siendo utilizado para asimilar a los que no lo son con quienes lo son y de esta forma incurrir en una desgraciada confusión?. ¿De qué forma se produjo esta perversión del lenguaje?.

Tales preguntas en realidad deberían llevarnos a una más general. Los liberales parecemos no tener suerte con nuestros términos. Con alguna frecuencia, para los tiempos históricos, nos los roban. Ya pasó inclusive con la palabra liberalismo que en muchos lugares significa exactamente lo contrario de lo que es. ¿Cómo no habría de pasarnos con el “neoliberalismo”, mediante el cual se nos quiere desacreditar atribuyéndosenos ideas que no profesamos, políticas que no recomendamos y gobiernos a los que no pertenecemos?.

3.3. El “neoliberalismo” como una nueva escuela liberal
Aunque podría asimilarse perfectamente con la acepción que define al liberalismo como aquello posterior a la teoría subjetiva del valor, y aun con la idea de un liberalismo despojado de tendencias anticlericales que veremos a continuación, ésta es mi opinión una acepción autónoma.

La encuentro más bien ligada con la llamada economía social de mercado que, como vimos habría contribuido a la formación del término y, a no dudarlo, tuvo gran responsabilidad por su amplia difusión.

Está claro que quienes se inscriben en esa tendencia quieren ser distinguidos de otras corrientes liberales. No vamos a disputar en esta oportunidad si eran o no liberales ellos mismos. Al parecer, ellos creían que lo eran. Pueden existir diferentes razones para enfatizar esa distinción. Habrá quienes piensen en la necesidad de cambiar el término como una estrategia de mercadeo político a efectos de tener una mejor inserción en una sociedad que, como la alemana de posguerra, carecía de una idea clara de lo que era el liberalismo y venía del fracaso consecutivo de Weimar y del Nazismo. Pero también habrán quienes sinceramente piensen que la economía social de mercado es una cosa completamente distinta del liberalismo clásico y que, por ende, la separación resulta imperativa.

De hecho, no sólo entre los partidarios de esta escuela cabía esta diferencia. En algún momento, el propio Mises trató también de enfatizarla, además con el particular enojo que lo caracteriza y la facilidad por el escarnio que le da brillo a su pluma.

La médula de la cuestión sin embargo está en que para quienes profesan la economía social de mercado los “neoliberales” son los otros; no ellos. Esa idea de exclusión les ha servido claramente para mantener la cohesión en torno a sus doctrinas y planes políticos. Si los “neoliberales” son los otros liberales, existe una gran comodidad semántica para organizar un discurso político porque en base a la sugerencia de exclusión, de ellos-nosotros, puede también sugerirse implícitamente que nosotros somos los correctos y ellos no o que nosotros somos los buenos y ellos no.

Entonces, mientras Mises entendió a los nuevos liberales como los posteriores al subjetivismo o como los pseudo liberales, la economía social de mercado ha definido a los “neoliberales” como aquellos que les son distintos. No es una acepción positiva, sino negativa del término.

Puede haber, pues, en esta definición negativa una fuente para la utilización contemporánea de la palabra en sentido peyorativo.

3.4 El “Neoliberalismo” como Liberalismo despojado de Anticlericalismo
Mientras en liberalismo anglosajón no tuvo mayor rivalidad con la religión -antes bien, en algunos casos estuvo fuertemente ligado a ella- el liberalismo continental europeo fue generalmente un enemigo de ella, especialmente en el caso de la Iglesia Católica.

En España, Francia, Italia y Alemania hablar de liberalismo, durante el Siglo XIX era evocar un materialismo racionalista totalmente incompatible con el catolicismo y claramente enfrentado con el poder temporal de esa iglesia.

Mutatis mutandi, tal conflicto se traslada a América Latina, donde en el Siglo XIX tenía predominantemente ese carácter anticlerical propio del liberalismo continental y no del anglosajón.

La influencia de la Ilustración y de la Revolución Francesa hicieron que el desarrollo de las ideas liberales viera como perteneciente al viejo régimen todo vestigio de religiosidad, enfrentándose consiguientemente los liberales con los creyentes. De alguna manera esto marcó el Siglo XIX latinoamericano, pues no se exagera si se dice que esa centuria estuvo caracterizada por la guerra civil entre liberales y conservadores.

En países de tradición católica, entonces, el liberalismo ha sido frecuentemente asimilado con posiciones anticlericales. En este contexto, el renacimiento liberal en tales países, a efectos de convocar mayor atención pública y suscitar resistencias menores por parte del clero y los creyentes, habría visto con simpatía la introducción de un término que, como “neoliberalismo”, permitía a quienes lo usaban distinguirse claramente del profundo anticlericalismo de los liberales clásicos.

Así en Alemania, los católicos que se agruparon en el Zentrum durante las entreguerras y posteriormente dieron origen a los partidos cristiano-demócratas, así como sus congéneres demócrata-cristianos italianos, pudieron haber visto en algún momento con simpatía la utilización del neologismo para marcar una distancia con la rivalidad histórica del liberalismo con sus particulares creencias religiosas.

Ello le permitió a la Iglesia Católica superar conflictos que, en tiempos de Pío IX hicieron que se calificara al liberalismo como algo poco menos que diabólico.

3.5 El “Neoliberalismo” como estrategia de mercadeo político del Liberalismo
La noticia acerca del coloquio Lippman nos sugiere poderosamente que el término en cuestión también podría haber sido adoptado con estrictos propósitos de estrategia y táctica políticas.

Generalmente la preocupación de los liberales ha sido por el debate puramente académico, en el que consideraciones de este tipo son francamente impertinentes. Pero cuando se ha tratado de la acción política, los liberales se han visto en la necesidad de discutir la terminología a utilizar a efectos de que resulte compatible con la consecución de determinados objetivos establecidos.

Luego, resulta perfectamente lógico que, habida cuenta de la información ofrecida por Baudin acerca de la importante reunión de liberales del 38, se considere la posibilidad de que el término hubiese sido elaborado con la idea de reemplazar al viejo término liberalismo y ofrecer así una serie de ventajas en materia de comunicación social, sin tener que asumir el activo y el pasivo de la vieja doctrina.

Salvando las distancias, recuerdo que una cosa semejante me ocurrió con Hernando de Soto hace ya más de quince años. Acabábamos de terminar El Otro Sendero, cuando me pidió que eliminara completamente del texto la palabra liberal -que por supuesto estaba por todas partes- y que la reemplazará por la palabra popular. Así, la economía liberal vino a convertirse en la economía popular; la sociedad liberal, en la sociedad popular; la filosofía liberal, en la popular. Su explicación fue la de que en esos momentos no era compatible con el buen mercadeo apelar al término, ya que podría generar innecesariamente resistencias. Aunque no estuve de acuerdo, recuerdo que de Soto, que presume de ser un gran vendedor, terminó imponiéndose.

Sea lo que de ello fuere, la evidencia documental sugiere poderosamente la posibilidad de que algunos liberales de gran importancia hubieran pensado que el “neoliberalismo” podría haber sido un término idóneo para el debate político de sus tiempos. De hecho más idóneo que los términos utilizados por entonces.

Lo curioso de esta estrategia es que terminó convirtiéndose, con el pasar de los años, en una eficaz fórmula de mercadeo contra la ideas de las libertad.

4.0 La Trampa Retórica
Hemos visto los orígenes probables del término y los sentidos que se le han dado al mismo a través del tiempo dentro de lo que podríamos denominar el liberalismo contemporáneo.

Sin embargo, el uso más notable y perverso del término en nuestros tiempos no ocurre al interior del liberalismo, sino fuera de él. En los lugares donde se lo utiliza, es la prensa, los políticos y los rivales del liberalismo quienes han hecho uso de él preferentemente, pero en sentido generalmente distinto de los anteriormente mencionados.

En efecto, el “neoliberalismo” es utilizado para caracterizar cualquier propuesta, política o gobierno que, alejándose del socialismo más convencional, propenda al equilibrio presupuestal, combata la inflación, privatice empresas estatales y, en general, reduzca la intervención estatal en la economía.

Así, por ejemplo, en América Latina se presenta como “neoliberales” a gobiernos tan disímiles como los de Carlos Salinas de Gortari en México, Carlos Andrés Pérez en Venezuela, Alberto Fujimori en el Perú, Fernando Henrique Cardoso en el Brasil o Carlos Saúl Menem en la Argentina. Una cosa semejante ocurre en África, Asia y Europa del Este.

Independientemente del juicio que pueda merecernos cada política en particular y de la evaluación que merezca cada gobierno en cuestión, está muy claro que el liberalismo es algo mucho más complejo que la adopción de medidas gubernativas en particular, máxime sin son incompletas y contradictorias. Aisladamente un gobierno socialista puede tomar medidas liberales y un gobierno liberal puede tomar medidas socialistas. Ejemplos hay muchos en la historia. Desde los laboristas neozelandeses hasta los conservadores británicos. Pero no hace a los socialistas liberales; ni a éstos, aquéllos; máxime si la caracterización en el ámbito político no tiene el rigor ni la seriedad del debate intelectual.

En Latinoamérica, si bien durante los años noventa se regresó a la austeridad fiscal de los cincuenta, esto no puede considerarse inherente y exclusivo del liberalismo económico. Si bien se privatizó, se hizo con monopolios legales soslayando por completo la importancia de la competencia en el desarrollo de los mercados. Si bien se permitió la inversión extranjera, se hizo de forma igual que la China comunista a quien ningún alucinado podría tildar de liberal o neoliberal. En general aunque se daba la impresión de que se reducía la intervención estatal, en términos de gasto público como fracción del producto interno, o se mantenía igual o inclusive aumentaba. Es el caso del Perú, mi país, donde hoy el tamaño del estado es mayor que cuando empezaron las mal llamadas reformas “neoliberales”. Paradójicamente, el viejo capitalismo mercantilista fue presentado como si fuera un inexistente “neoliberalismo” por los enemigos de la libertad.

¿Cómo se llegó a esta situación?. ¿Tuvimos los liberales alguna responsabilidad en ella?. ¿Fue producto histórico del azar o consecuencia de alguna táctica deliberada?. ¿Cómo ha sido posible que el “neoliberalismo” que fue entendido por los liberales un desarrollo de su pensamiento o como una nueva escuela del mismo haya pasado a convertirse en el habla cotidiana en un término para asimilar a las ideas de la libertad algunos de sus más impresentables enemigos?.

Es verdad que la autocrítica ha faltado entre los liberales, porque en algunos casos han sido ellos mismos los que se han involucrado innecesariamente con experiencias lamentables. Llevados tal vez por la soledad política, los liberales en algunas oportunidades han respaldado al primer gobierno que creyeron coincidía con sus puntos de vista, sin advertir que la coincidencia era aparente y que generalmente es mejor dejarse aconsejar por el paso del tiempo antes de prestar atención a la primera aventura política que nos toque la puerta.

A no dudarlo el proceso ha sido complejo y parte de una perversión del lenguaje sobre la que es necesario reflexionar. Muchas veces los liberales han despreciado los debates terminológicos para atenerse prioritariamente a los hechos. Esta actitud ciertamente les ha permitido contribuciones notables al desarrollo de la ciencia económica, pero también los ha hecho víctimas de numerosas estratagemas.

Hayek advirtió, por ello, contra la perversión del lenguaje y denunció la existencia de lo que el llamaba palabras-comadreja. Inspirado en un viejo mito nórdico que le atribuye a la comadreja la capacidad de succionar el contenido de un huevo sin quebrar su cáscara, Hayek sostuvo que existían palabras capaces de succionar a otras por completo su significado.

El denunció entre otras a la palabra social. Así explicó que esta palabra agregada a otra la convertía en su contrario. Por ejemplo, la justicia social no es justicia; la democracia social, no es democracia; el constitucionalismo social, no es constitucionalismo; el estado social de derecho, no es estado de derecho, etc. En el Perú se llegó, por ejemplo, en tiempos del general Velasco Alvarado a plantear una singular innovación en la ciencias jurídicas mediante la creación de la así llamada propiedad social, que -por supuesto- no era propiedad alguna.

Mutatis Mutandi, el “neoliberalismo” parece pertenecer a ese género de las palabras-comadreja. Sólo que en una función diferente. Mientras que la palabra social le da sentido contrario a la que se le agrega, la palabra “neoliberal” identifica con esta doctrina a quienes no pertenecen a ella. Una invierte los sentidos, la otra asimila a los distintos.

En realidad la contribución de Hayek sobre este tema merece un desarrollo ulterior que, en mi concepto, no ha tenido. Cuando denunció la existencia de una perversión del lenguaje según la cual unas palabras (las comadrejas) eran capaces de alterar el significado de otras, estaba en realidad sugiriendo explorar un tema de capital importancia: la función de las palabras en el debate ideológico.

El estudio de las figuras del lenguaje o tropos ha sido generalmente dejado a la retórica. Si la filosofía se ha fijado en ellos es sólo en los fatigosos catálogos de falacias con que los lógicos ilustran su quehacer. No obstante, Hayek al proponer el concepto de palabra-comadreja en realidad lo que hizo fue explorar las función de los tropos en el debate ideológico e invitarnos a dar un paso adelante y entender que las ideas no sólo deben explicarse o refutarse a partir de su logicidad sino por también su función retórica.

Lo que sucede es que los liberales han confundido, a pesar de la sugestión de Hayek, los planos del discurso. Una cosa es el discurso científico gobernado por la lógica, por el principio de no contradicción y por sus reglas propias. Otra cosa completamente distinta es el discurso ideológico, donde las reglas son las de las retórica y donde, por ende, hay que atenerse a principios distintos. Pretender incursionar en el debate ideológico con instrumentos propios del discurso científico ha concedido ventajas incontables a nuestros enemigos, que se han servido con diligencia de los viejos principios retóricos, conocidos a la perfección en el pensamiento occidental desde los griegos, pero lamentablemente olvidados por los defensores de las ideas de la libertad.

La función retórica tiene por propósito la utilización de recursos lingüísticos dirigidos, precisamente, a alterar la comunicación de cómo simplemente hubiese ocurrido. Puede mejorar la expresión, agudizar la elocuencia, aclarar las ideas, pero puede también confundirlas, pervertir los conceptos y alterar el sentido del debate. No obstante, su uso es perfectamente legítimo en el debate ideológico. Diría inclusive que consustancial a él.

No podemos, pues, quejarnos porque se utilicen figuras retóricas en el debate ideológico. Lo absurdo sería que no se utilizasen. Lo que tenemos que hacer es prestarles atención. Estudiarlas y recurrir al vasto conocimiento acumulado que se tiene de esa metodología de comunicación.

Entonces, es posible pensar en el estudio de las palabras-comadreja -el “neoliberalismo” una de ellas- como una rama de la retórica en el debate ideológico y recurrir a sus métodos de estudio para tratar de esclarecer el proceso por el cual al término se le ha dado un sentido adverso al que aparentemente debería haber tenido.

El desprecio por el debate terminológico ha tenido en el pasado un alto costo, pues nuestros enemigos se dedicaron a pervertir nuestros términos sin mayor resistencia de nuestra parte. Pasó con la propia palabra liberal, que terminó teniendo en el mundo anglosajón un sentido opuesto al de su tradición histórica. Nos pasa ahora en Latinoamérica y en otros países subdesarrollados con el término “neoliberal”, por el que se busca asemejar a nuestras propuestas aventuras políticas desgraciadas, propuestas absurdas, corrupción extendida o la pura frivolidad.

La retórica puede servirnos para encontrar algunos elementos de juicio útiles para profundizar en este debate. En el caso de la palabra social lo que parece haber sucedido es que se produce una antífrasis, que es una figura del lenguaje o tropo que invierte el sentido de la palabra a la que se agrega, sólo que en este caso la sustracción del sentido está desprovista de la ironía que comúnmente los textos de lingüística le atribuyen a la figura aludida.

La asimilación con la antífrasis, empero, podría producirse completamente si aceptáramos que finalmente no puede haber más que sentido del humor en llamarle justicia social a lo que no es justicia o democracia social a lo que no es democracia. Quienes suelen utilizar ordinariamente los términos parecen bastante solemnes cuando lo hacen y lucen desprovistos de todo sentido del humor, pero creo que sería perfectamente aceptable plantear que el uso de la palabra social puede ser, retóricamente, una tomadura de pelo a oyentes inadvertidos.

En el caso del “neoliberalismo” yo me atrevería a sostener que hay una sinécdoque. Este es un tropo consistente en extender o restringir el significado de una palabra tomando la parte por el todo, o al todo por la parte, o la materia con que está hecha la cosa con la cosa misma.

Son ejemplos clásicos en retórica, hablar de vela en lugar de barco (parte por todo); mortales por hombres (todo por parte); o acero por espada (materia por cosa).

En el caso del “neoliberalismo”, lo que sucede es que se quiere asimilar con el liberalismo algunas políticas o ideas en particular que aisladamente podrían ser compatibles con él, pero también con cualquier otra cosa, sugiriendo una identidad inexistente. Se trataría entonces de lo que en teoría se denomina una sinécdoque particularizante: se quiere presentar partes del liberalismo como si fuera el todo.

Desde el punto de vista lógico, estas figuras retóricas son consideradas falacias. Pero sucede que el debate político la verdad no resulta de un razonamiento lógico, en el sentido de una inferencia deductiva, sino de un procedimiento dialéctico, en el sentido socrático del término. La verdad política no es, pues, deductiva ni lógica, sino expositiva y retórica. Tiene la razón quien mejor la expone. Así Lausberg considera que todo tropo “es un cambio en la significación, pero un cambio cum virtute, por tanto no es ya un vitium de impropietas”.

Este uso sinecdóquico del término “neoliberalismo” es el que se encuentra implícito en el lenguaje corriente y que produce la perversión en el lenguaje que se me ha encargado analizar. A través de él nos han arrebatado el concepto inspirado en algún extremo por Mises, desarrollado colectivamente por un paradójico conciliábulo de individualistas, adornado por los severos creadores de la economía social de mercado y sabe Dios difundido consciente o inconscientemente por cuántos de nosotros aquí presentes.

Propongo pues, inspirado en la retórica clásica, una nueva disciplina: la comadrejología, consistente en estudiar cómo las figuras del lenguaje o tropos son utilizadas en el debate ideológico para alterar el significado de las palabras con propósitos deliberados.

5.0 Conclusión
El sentido predominante que se le atribuye al término “neoliberalismo” es consecuencia de que los enemigos de la libertad han utilizado esa palabra como una sinécdoque, como anteriormente otros hicieron con la palabra social a la que convirtieron en una antífrasis. Y otros, antes aún, con la palabra liberal, a la que le pasó lo mismo.

De esta manera, a través de la retórica y sus mecanismos, los liberales perdemos en el debate político lo que ganamos en el campo de las contribuciones científicas. Probablemente haya muy pocas doctrinas que, como el liberalismo, hayan perdido tantos términos a manos de sus enemigos en el debate político.

Debemos por ello empezar a estudiar este campo a fin de librar también ahí una batalla más entre las muchas que la vigilancia permanente de la libertad nos exige.

En la precursora sugestión de las palabras-comadreja, Hayek estaba en realidad invitándonos a ir más allá y explorar este terreno ignorado y, tal vez, menospreciado.

Muchas veces creemos que para triunfar en la lucha por la libertad basta con la abrumadora evidencia de los hechos. No obstante, ellos son insuficientes para causar la convicción necesaria en el debate ideológico. Como decía von Mises: ”facts per se can neither prove nor refute anything. Everything is decided by the interpretation and explanation of the facts, by the ideas and theories”.

Despojar al liberalismo de una cierta arrogancia intelectual resulta, así imprescindible. Con ejemplos como lo sucedido con el término “neoliberalismo” debería bastarnos para entenderlo, porque aunque “words are signals for ideas, not ideas”, como quería Spencer . Perder nuestros términos por una mayor habilidad de nuestros oponentes se presenta como un error muy lamentable que amenaza periódicamente nuestra identidad.

Ser liberal no significa lo mismo en todos los países. Algunos de nuestros conceptos más preciados, como justicia, estado de derecho o propiedad, han sido tergiversados por adjetivos semánticamente predatorios. Y, en el colmo de la paradoja, quieren nuestra enemigos asociarnos con ideas, políticas o gobiernos que nos resultan ajenos. Todo ello es de por sí un precio muy alto a pagar por no haber advertido la importancia de este debate y el daño que pueden causar las palabras cuando son retóricamente manejadas. ”Figura est vitium cum ratione factum”.

Mises,Ludwig von.Liberalism.Sheed Andrews and Mc Mee,Inc.Kansas City.1978. Pág.27.

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Baudin,Louis. L´Aube d´un Nouveau Liberalismo.Genin .París 1953.

Nawroth,Edgar.Die Social-und Wirtschatsphilosophie des Neoliberalismus.Kerle.Heilderberg.1961.

Schuller, Alfred y Krusselberg , Hans Gunter, Conceptos Básicos sobre el Orden Económico. Ediciones Folio S.A. 1997. Barcelona. Pág. 97.

Mueller-Armack, Alfred. Economía dirigida y Economía de Mercado. Sociedad de Estudios y Publicaciones. Madrid. 1963. Pág. 226.

Trías Fargas, Ramón. Prologo a la primera Edición Española de Economía Dirigida y Economía de Mercado de Alfred Mueller- Armack. Sociedad de Estudios y Publicaciones. Madrid, 1963.pp 29-30.

Mises,Ludwig von.Economic Freedom in the Present-Day World.In Economic Freedom and Interventionism.Foundation For Economic Education.Irvington on Hudson.NY.1990. Pág.240.

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Veronese, Guarino.Regulae .En Percival,W.Keith.La Gramática y la Retórica en el Renacimiento. Pág. 374. En La elocuencia en el Renacimiento. James J. Murphy, ed.Visor Libros.Madrid.1999.

25 de marzo de 2007

Neosocialismo

Por Porfirio Cristaldo Ayala
ABC Digital

En 1848, Karl Marx explicaba que el comunismo podía definirse en una sola frase: abolición de la propiedad privada. La base del comunismo o socialismo científico era la propiedad estatal. Ciento sesenta años más tarde, el Partido Comunista Chino, como parte de sus reformas económicas liberales, otorgó a la propiedad privada igual legitimidad y protección que la propiedad estatal. En escasos minutos, casi 3.000 diputados aprobaron la ley. El socialismo en China, como en el resto del mundo, quedó vacío de contenido ideológico coherente.

Nadie, excepto Fidel Castro en Cuba, Kim Jon en Corea del Norte y algunos izquierdistas fanáticos del Che en Bolivia, todavía cree que el desarrollo y la prosperidad de los países se puede alcanzar nacionalizando los recursos naturales, estatizando los servicios públicos, creando nuevos impuestos y regulaciones, persiguiendo a empresarios, confiscando y repartiendo tierras a los campesinos y agrandando el clientelista y corrupto aparato estatal. El derrumbe del Muro de Berlín en 1989 mató y sepultó al socialismo.

“Muerto el Rey, viva el Rey”. En América Latina son cada vez más los socialistas. Los más moderados dicen seguir a Bachelet y Lula, y los más extremistas a Hugo Chávez, Evo Morales, Kirchner, Rafael Correa y Nicanor Duarte Frutos. En el continente, el socialismo se ha convertido en un lema popular aunque carente de contenido. En algunos países, los políticos compiten duramente por mostrarse más socialistas y radicales que sus adversarios con el fin de atraer más votos. Y a menudo lo consiguen.

¿En qué piensa la gente cuando vota a los socialistas? ¿No se han dado cuenta de que en el mundo los únicos países que han prosperado son los países capitalistas con economías mayormente libres? No hay una sola excepción, no hay un solo país que con políticas socialistas de redistribución y mal concebida “justicia social” haya logrado salir del atraso.

La historia del último cuarto de siglo es muy clara, cuanto más libres son las economías y mejor protegidos están los derechos de propiedad privada, mayor es el progreso de los países, más elevados los salarios de los trabajadores y mejor la calidad de vida de la gente. Y a la inversa, cuanto más estatistas los países y menor la libertad económica, mayor es la pobreza, la corrupción y la violencia. Las pruebas están a la vista de todos. Pero para verlo, hay que mirar más allá de América Latina, región que el estatismo hundió en el atraso.

A diferencia de lo que denuncian los socialistas y hacen creer a los electores, la liberalización y privatización de las economías redujo la pobreza en el mundo, del 44% en 1980, a menos del 19% en 2005. De la población mundial de más de 6.000 millones, 1.000 millones viven en países ricos, en tanto que 2.000 millones de pobres viven en países estatistas, como América Latina y Africa, y 3.000 millones viven en países que liberalizaron sus economías y han progresado notablemente como China, India y países del sudeste asiático.

El cambio en nuestros países vendrá de abajo para arriba, del pueblo a los gobernantes. Los votantes expulsarán del poder a los populistas cuando comprendan que son los Chávez, Morales, Nicanor los que con sus políticas estatistas y falsas promesas agravan y eternizan la pobreza. La gente debe saber que los neosocialistas cultivan el anticapitalismo, la envidia y el odio en la gente con la propaganda de que la pobreza de nuestros países se debe, no a sus malas políticas y corrupción, sino a la riqueza del Primer Mundo que nos roban y explotan.

En tanto los latinoamericanos no se percaten de las falsedades del neosocialismo y sus falsas agitaciones anticapitalistas, el continente seguirá hundido en la pobreza, la corrupción y la violencia. Es esencial hacer comprender a la gente las verdaderas causas de nuestra pobreza. Solo así comenzarán a elegir las propuestas que proponen la reforma del Estado y liberalización de la economía, y no el patriotismo y la benevolencia de políticos carismáticos.

El camino de la prosperidad pasa por una justicia independiente, la protección de los derechos de propiedad y la defensa de la libertad económica. No hay atajos.

Videos para reflexionar...

Chávez: "Cristo era comunista"


"Gobernantes tenemos derecho a Hummer, en venezuela"


"Chávez a por el Nobel de economía"

23 de marzo de 2007

Ecuador pide a Estados Unidos renovar preferencias comerciales

(Este articulo lo deberian llamar "Pidiendo limosna con escopeta")

La canciller María Fernanda Espinosa advirtió que ignorar la petición hará que las voces por una política más radical hacia E.U. suenen más fuerte.

Espinosa habló en el inicio de sus actividades de un día en Washington para gestionar en el Congreso y miembros del ejecutivo la extensión de esas preferencias que también alcanzan a Colombia, Perú y Bolivia y expiran en junio.

Dijo que Ecuador estaba buscando una ampliación de ''por lo menos cinco años'' y que la negativa a extender el plazo tendría un efecto ''devastador'' en la economía ecuatoriana, con la pérdida no sólo de millones de dólares en exportaciones sino también de unos 350.000 empleos.

''Ecuador está buscando una política más democrática e instituciones más legítimas'', afirmó Espinosa hablando en un coloquio en el Diálogo Interamericano. ''Pero, también hay voces que piden políticas más radicales, y la falta de un apoyo de Estados Unidos puede hacer que esas voces suenen más fuerte''.

Las preferencias expiran el 30 de junio para Ecuador y Bolivia, a menos que negocien un acuerdo de libre comercio al cual se opone el gobierno del presidente Rafael Correa.

Para Perú y Colombia se contempla una ampliación automática hasta diciembre si es que ambos requieren de más tiempo para la aprobación de sus tratados de libre comercio en el Congreso.

Michael Shifter, vicepresidente del Diálogo, uno de los principales grupos de análisis regional de Washington, dijo luego de la intervención de la ministra que creía que el Congreso aprobaría la extensión de las preferencias, pero ''quizás no por cinco años''.

''Sería contraproducente que la mayoría demócrata del Congreso 'castigue' a Ecuador y Bolivia con las preferencias'', declaró.

''Eso consolidaría las relaciones entre esos países y Venezuela''.

El Congreso estableció las preferencias en 1991 por 10 años para ayudar a los cuatro países andinos a encarar gastos de la lucha contra las drogas permitiéndoles colocar en Estados Unidos miles de productos sin aranceles. Fueron extendidas por cinco años en el 2001 y otra vez en diciembre del 2006 por seis meses.

Por otra parte, la ministra dijo que la negativa de Correa de renovar el acuerdo con Estados Unidos para el uso de la base aérea de Manta para labores de interdicción del narcotráfico, no significaba ponerle trabas a la campaña antidrogas.

El contrato de Manta expira en el 2009, lo cual da ''tiempo para mejorar la colaboración con Estados Unidos usando el acuerdo existente'', declaró.

Espinosa dijo que el 56% de las exportaciones ecuatorianas vienen a Estados Unidos, lo cual ''hace necesario que ambos países establezcan reglas comerciales claras y transparentes'' y que para ese fin Ecuador deseaba establecer un marco bilateral de trabajo.

''Esto no significa que estemos en favor de un tratado formal de libre comercio'', dijo. ''Lo que se requiere es un entendimiento de largo plazo que sea beneficioso para ambas partes''.

Washington
AP

Los fundamentos del socialismo

Por Hana Fischer

En momentos en que los vientos del llamado “Socialismo del siglo XXI” están soplando con fuerza por estas latitudes, es oportuno analizar los fundamentos de esa doctrina.

Aunque muy pocos lo tienen claro, tanto el socialismo como el capitalismo son sistemas económicos. La economía es una ciencia. Como tal, los postulados de las diferentes teorías, deben ser sometidos al escrutinio de la razón, de su coherencia lógica y de sus resultados prácticos.

La epistemología, es una rama de la filosofía que se dedica a determinar qué puede ser realmente considerado conocimiento científico y -- como diría Karl Popper (1902-1994)-- qué es tan sólo “metafísica”. Es decir, proposiciones con “apariencia” de ciencia, pero que en realidad son a-científicas y pertenecen al campo de la pseudociencia.

El socialismo en su versión moderna, surgió durante la llamada “Revolución Industrial”. Fueron varios autores los que propusieron diferentes soluciones a la llamada “cuestión obrera”. Sin embargo, no cabe la menor duda que el que tuvo mayor influencia fue Karl Marx. (1818-1883). Con indiscutible arrogancia, Marx se atribuyó la potestad de bautizar a los otros pensadores socialistas de su tiempo como “utópicos”, a la vez que auto tituló al suyo como “científico”.

Pero, el marxismo, ¿tiene bases científicas o es sencillamente “metafísica”?

Determinar esto no es cuestión baladí, porque implica averiguar si a través de su puesta en práctica se obtienen los resultados esperados, o si estamos simplemente ante supersticiones irracionales muy arraigadas, pero cuyos efectos están muy alejados, y quizás hasta son opuestos, a los proclamados por la teoría.

Para indagar eso, remontémonos a mediados del siglo XIX. En ese momento, los estudios de los economistas clásicos habían demolido enteramente por contraproducentes, las ideas basadas sobre fundamentos falsos de los socialistas utópicos. Los socialistas fueron absolutamente incapaces de elevar alguna objeción a las críticas devastadoras de sus esquemas y de adelantar algún argumento a favor de ellas.

Fue entonces que surgió la figura de Karl Marx, con la solución que podría sacar al socialismo de su “impasse”. Como a través de la argumentación era imposible demostrar la veracidad de sus postulados, recurrió al expediente de atacar a la lógica y a la razón, sustituyéndolas por la intuición “mística”. Sobre la base de la dialéctica de Hegel, decidió que hacer “futurología” era una actitud “científica”. Y determinó, que la causa final de la evolución histórica era el establecimiento de la sociedad perfecta, el socialismo, que duraría mil años.

Sin embargo, todavía quedaba por derribar el principal obstáculo a las ideas socialistas, que era la crítica devastadora de los economistas. Este “problema” Marx lo solucionó, aduciendo que la razón humana constitucionalmente estaba incapacitada para encontrar la verdad. Y que la estructura lógica de la mente es diferente en cada clase social. Lo que cada espíritu produce no puede ser otra cosa que “ideología”. Lo que en el léxico marxista significa, una serie de ideas que distinguen a los intereses egoístas de la clase social a la que pertenece esa persona.

Es un misterio insondable el entender, por qué motivo la “clase trabajadora” estaría a salvo de ese “vicio”. Y parece que los que sostienen esta tesis nunca se pusieron a pensar, que si la teoría marxista es correcta, entonces los que patrocinan al capitalismo lo hacen por intereses egoístas, del mismo modo, que lo hacen los que defienden al socialismo. Lo contrario, sería una contradicción y por tanto, absurdo de sostener.

Marx tenía claro que su teoría no estaría a salvo, mientras que no destruyera el prestigio de los economistas. Ludwig von Mises (1881-1973) dice, que eso fue lo que lo indujo a inventar su “ideología-doctrina”. Su única intención fue destruir la reputación de las enseñanzas económicas, ya que era incapaz de refutarlas mediante la lógica y el raciocinio.

El estaba completamente consciente de su impotencia para refutar las objeciones levantadas por los economistas, acerca de la posibilidad de poner en práctica los esquemas socialistas. Además, estaba tan fascinado por el sistema teórico de la economía clásica inglesa, que estaba firmemente persuadido que era inexpugnable. Sus propias ideas económicas son poco más que un balbuceo de las ideas de David Ricardo (1772-1823).

Cuando los integrantes de la Escuela Neoclásica de Economía, William Stanley Jevons (1835-1882) y el fundador de la Escuela Austriaca, Carl Menger (1840-1921), inauguraron una nueva era en el pensamiento económico con su “Revolución Marginalista”, la única reacción de Marx con respecto a la teoría marginal del valor, fue la de posponer la publicación de los últimos volúmenes de “Das Kapital” y ordenar que fueran accesibles al público, únicamente tras su muerte.

Esta obra cumbre de Marx, es una de las más citadas y a la vez, una de las menos leídas. No tienen mayor importancia las inconsistencias que contiene, porque para ser marxista no se apela a la razón, sino a la fe. Sus postulados no son fruto de la labor científica, sino de los prejuicios y de la adhesión emocional.

Sus seguidores recurren a los mismos métodos que Marx enseñó. Cada vez que surgen argumentos que contradicen la teoría, como no pueden ser refutados, entonces recurren al viejo expediente, conocido desde la época de Aristóteles, de la falacia de ataque al hombre. Antiguamente tildaban de “burgués” a cada crítico. Actualmente, tienen la tendencia a llamar “neoliberal” a todo aquello que detestan, y “progresista” a lo que les agrada.

No sólo en el plano teórico se probó la inviabilidad del socialismo. Su puesta en práctica ha demostrado en forma más que contundente, que empeñarse en su aplicación significa recurrir a la fuerza brutal del Estado, a la censura, a la violencia, a la desconfianza y delación entre los habitantes, muertes más numerosas que las que provocaron los fascismos o las guerras, y la desolación general, tanto en el plano espiritual como en el material. Y ni siquiera así, se alcanzan los objetivos proclamados.

Ante este escenario irrebatible, los “místicos marxistas” nos quieren ahora convencer que, no es que sus ideas sean malas o hallan fallado, sino que en realidad, todavía “nunca” se han aplicado en ninguna parte. ¡Dios nos libre de tanta necedad!

“Búsqueda” nos informa en su número del 15 de marzo, que en el marco de un convenio con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la asesora de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Ana María Santestevan, realizó un estudio para determinar cómo están afectando las nuevas reglas de juego en el ámbito laboral, a la generación de empleo en el país.

Una atenta lectura a la información de prensa acerca del documento, nos permite apreciar que el mismo reúne todas las características propias de un análisis poco riguroso, desde el punto de vista científico, y que más bien contiene numerosas manifestaciones de deseos, no confirmadas por la evidencia disponible.

Para empezar, es ampliamente aceptado que la actitud personal del investigador frente a cualquier indagación con pretensiones de ser científica, debe ser imparcial, por lo que debe omitir cualquier referencia a juicios de valor. A juzgar por la crónica periodística, éstas abundan en el documento de marras. Por ejemplo, leemos que “El análisis resume la nueva normativa laboral (ley de libertad sindical, decreto sobre prevención y solución de conflictos laborales, trabajo doméstico, ley de tercerizaciones, Consejos de Salarios, etc.) y justifica esas medidas en que, ‘a diferencia de los anteriores, el actual gobierno se identifica políticamente con las corrientes de izquierda y por primera vez en la historia del Uruguay resulta electo un partido que coincide en buena medida con los intereses de los trabajadores (…) registrándose un movimiento pendular que pasó de proteger los intereses de las empresas, para orientarse o inclinar la balanza a favor de los trabajadores ’ ”.

En ese párrafo no encontramos nada que pueda ser tildado de rigor científico y sí mucho de apelación a la “mística”. Que este gobierno sea un partido que “diga” que defiende los intereses de los trabajadores, de ningún modo es prueba de que las medidas que está tomando realmente socorran a ese sector en su conjunto. El mismo informe nos da la “pista” acerca de a quiénes está beneficiando realmente, cuando menciona que favorece “especialmente” a “la organización sindical”, “un claro fortalecimiento del sector sindical” y al “Estado”, que es lo mismo que decir al sector burocrático y al partido de gobierno.

Además, en concordancia con el polilogismo marxista, se da por sentado que existe tal cosa como ser “los intereses de los trabajadores”, cuando es obvio que los intereses de los diferentes grupos son disímiles y en ocasiones hasta opuestos. Pero lo que está claro, es que se está violentando el principio constitucional que sostiene, que el Estado no puede hacer diferencia entre las personas, más que aquellas que se derivan de “sus talentos y sus virtudes”.

Confirmando la falta de rigurosidad científica, el documento incurre en el grosero error de dar como probado que, “la convocatoria a los Consejos de Salarios, el incremento de los salarios tanto en el sector público como privado, el fortalecimiento del actor sindical y la creación de normas sobre fuero sindical no impactó negativamente en el mercado de trabajo, sino que, por el contrario, se advierten claras señales de recuperación en los niveles de empleo en el país”. Sacar conclusiones tan categóricas tomando en consideración un período tan breve de tiempo, va contra las más elementales normas de exactitud científica. Es imposible que las medidas hayan demostrado sus auténticas consecuencias, menos aún, cuando se presenta una extraordinaria coyuntura económica internacional que nos favorece increíblemente, y a las también excepcionales inversiones extranjeras, especialmente las de las papeleras. Al tomar en cuenta únicamente dos años, cuando es sabido que esas normas demorarán algunos años en mostrar su verdadero rostro, deja la sensación de que lo que se pretende es justificar mandatos que podrían estar violando derechos civiles, a través de un estudio seudo-objetivo.

Es como si alguien que heredó una gran suma de dinero y la está gastando a manos llenas y haciendo toda clase de tonterías, les diga a los que le previenen sobre las nefastas consecuencias de su actuar, que está todo bien porque hace dos años que recibió la herencia y aún no ha pasado nada de lo que le han presagiado.

Cuando a un gobernante o a un científico lo mueve únicamente la búsqueda de la verdad, no le interesa desvirtuar los datos de la realidad, porque sólo en base a ellos, es posible alcanzar los objetivos perseguidos. Por eso son llamativos los siguientes juicios: “no se ha confirmado la tesis sostenida por la doctrina neoliberal según la cual el incremento de los salarios y en general normas protectoras de derecho laboral provocan efectos negativos en la generación de empleo”.

¿Y los 17.497 uruguayos que emigraron en 2006, sorprendiendo incluso a los demógrafos, ya que no se habían dado las condiciones (v. g. crisis económica o dictadura) para que un fenómeno social de esa magnitud se produjera, no le dice nada a la asesora?

Al igual que hiciera Marx en vida, cuando faltan los argumentos o la evidencia empírica contradice sus postulados, el gobierno proclama que las personas que exponen sus falencias, están movidas por intereses mezquinos. Si los que están en el poder están tan seguros de estar en lo cierto, entonces se hace difícil explicar por qué están tan ansiosos por suprimir las teorías contrarias y a los individuos o instituciones que las sostienen.

El querer desprestigiar o incluso, eliminar a quienes exponen críticas a las tesis socialistas en vigor, es prueba de que en su subconsciente, las autoridades están convencidas de que sus propias doctrinas no tienen sustento lógico ni empírico.

22 de marzo de 2007

Horacio Serpa, el dinosaurio "Gavillero"

Serpa, El dinosaurio Gavillero

Hace poco más de un mes las declaraciones de Fernando Botero, Ex-Ministro de Defensa durante el gobierno de Ernesto Samper puso al descubierto (aunque algo tarde, pero bien dicen mejor tarde que nunca) la manera de como el Gobierno de E.Samper trató el tema del proceso 8.000 utilizando como escudero a Horacio Serpa.

Para nadie fue un misterio del como el "Doctor" Serpa, injurió, mintió, pronunció lisuras, en cualquier lugar en donde se hablará del tema del proceso del cual hasta al colombiano del común se le trataba como un paria venido del peor lugar del mundo... Colombia.

Muchos observamos como el gobierno "liberal" acabo con la poca credibilidad que tenia colombia y aún mas con solo poner tras las rejas a uno solo de los cabecillas implicados en el proceso. E.Samper y H.Serpa salieron de este proceso juridico "más inocentes que el niño Jesus en el pesebre".

Tras 3 intentos fallidos de conseguir la presidencia de Colombia y los 2 últimos con una derrota tan aplastante para él como político y para la colectividad que representa. Ahora recurre a la vieja pero archireconocidisima manera de ejercer politica en la Republica "Castro-Chavista" Bolivariana de Venezuela... "Polarizar" (Pero como se Polariza? Muy facíl levantando polemica de cualquier tipo, y luego alegar persecución política, una formula efectiva que aprendió Piedad Cordoba y los militantes cabecillas del M19 en el PDA. )

Horacio Serpa exigió a su partido días despues de las declaraciones de F.Botero su apoyo incondicional, a lo cual el presidente de esa colectividad respondio que cada quien es reponsable de sus actos como persona. H.Serpa estalló en furia y se declaró "Liberal Discidente"...

Pero ahora sus aspiraciones a la gobernación de Santander las quiere solidificar, organizando almuercitos en BOGOTÁ, llamando al presidente de la colectividad liberal C.Gaviria para formar la junta directiva en Medellín y hasta recreando su nulo pasado como dirigente electo en Santander hace más de 30 años.

Serán tan ciegos los santandereanos que apoyaran la candidatura y posterior elección a gobernación de este "doctor" despues de su nefasta actuación en el gobierno colombiano?

Serpa, El dinosaurio Gavillero
ACTUALIZACIÓN:El proceso 8 mil se resiste a morir, más información aquí

20 de marzo de 2007

Se calentó el parche

Saúl Hernández
Columnista de EL TIEMPO

Hay que bajarles a la intemperancia verbal y a las maquinaciones.

Mediante una carta que ha tenido escasa difusión, Angelino Garzón ha sido el único en proponer que se baje el tono a la discusión entre el Polo y el Gobierno, que por estos días alcanza límites insospechados en medio de informaciones y sucesos que no se miden en su real contexto. La andanada en el exterior de Gustavo Petro, Jorge Robledo y Piedad Córdoba es ya evidencia no de actos sueltos y casuales sino de una estrategia bien -o acaso mal- calculada para debilitar a la administración de Uribe con golpes contundentes como la caída del Plan Colombia y el TLC.

Y cabría preguntarse qué tanto tiene que ver Caracas en todo esto teniendo en cuenta lo que sucede en el vecindario y aun en nuestra propia cocina, porque lo del embajador Pável Rondón en Armenia no fue un incidente menor, por mucho que se quiera ignorar, y la presencia del chavismo en distintas regiones de Colombia es ya evidente.

Si bien al Presidente le cabe la responsabilidad de no controlar su fuerte temperamento, la oposición es responsable de buscar la desestabilización del país por medio de denuncias amañadas, verdades a medias y acusaciones obscenas, sin medir las consecuencias de actos tan absurdos. Nada justifica la presencia de Piedad Córdoba en un 'foro' organizado por terroristas de las Farc y el Eln, los agravios hacia un gobierno legítimo y las ofensas a los siete millones y medio de colombianos que lo eligieron (y a ese 70 por ciento que lo apoya), a quienes ella tilda de mafiosos, 'paracos' y asesinos. Y que después se haga la loca, de hecho, diciendo que nadie le advirtió que las guerrillas organizaban el acto.

Todo lo que hace y dice la oposición va en la línea de conseguir una confrontación ideológica que deje a la izquierda bien parada y a la derecha en el pozo, en ejercicio de un maniqueísmo torpe que solo va a dejar las heridas que menciona Angelino. De ahí que quieran hacer ver como cosas distintas el que unos se reúnan en Ralito y firmen un documento insulso y otros posen de santos como Piedad, a pesar de las malas compañías.

Sorprende cierto fariseísmo en el caso de Chiquita Brands, a la que se critica por pagar protección a los 'paras', pero no por pagar la extorsión guerrillera. ¿Con qué derecho moral se puede pedir la extradición de sus directivos si el Estado no cumplió con el deber de brindarles protección?

Hace un par de meses, el noticiero NTC dio a conocer una carta que envió Salvatore Mancuso al Ministerio de Defensa a mediados de los 90, en la que pide protección para ejercer su actividad ganadera sin el acoso de las Farc. El resto de la historia es una buena muestra de lo que pasa cuando el Estado no cumple sus obligaciones y deja crecer la bola de nieve. De esto son responsables los ministros de Defensa de la época, los presidentes y muchos otros funcionarios. ¡Cuántas muertes se hubieran evitado atendiendo esa especie de 'alerta temprana'!

Por eso hay cierta incongruencia cuando el Estado se declara culpable de no haber prestado suficiente seguridad al senador de la UP Manuel Cepeda. Si les hubieran prestado seguridad a las víctimas de la guerrilla nos habríamos encontrado en un camino de reconciliación miles de muertos antes. De ahí lo triste que algunos no entiendan la importancia de la 'seguridad democrática', del ejercicio del poder constitucional, de la instauración del orden para garantizar que la historia no se repita.

El clima político de estos días les debe recordar a muchos viejos la etapa previa de la Violencia. Hay que bajarles a la intemperancia verbal y a las maquinaciones. El Polo debería tomar nota de la carta de Angelino y aceptar la realidad de la democracia: las minorías respetan las decisiones de las mayorías. Álvaro Uribe tiene todo el respaldo de la gran encuesta del 28 de mayo, y eso no lo puede desconocer nadie que pretenda ser parte de esta democracia.

18 de marzo de 2007

Nueva verborrea de H.Chávez incitó "a que el que no está con él, está contra él"

Durante el inició, nuevamente, de la transmisión dominical del programa televisivo, Aló Presidente, el presidente Chávez, desde el estado Miranda, exhortó a las personas que se vayan de su movimiento, porque “no están de acuerdo en hacer una revolución socialista en el país”, que lo hagan, con un "apretón de manos o en silencio" y les pidió que no le "tiren piedras".

En este sentido, explicó que la “dirigencia del partido Podemos está casi en la oposición”, por la forma en que han manifestado su desacuerdo hacia el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

El jefe de Estado, no está de acuerdo en la forma que han tratado su retiro del proceso revolucionario y los exhortó a que “digan la verdad, porque a lo mejor no les gusta nuestro lema, Patria Socialismo y Muerte, o a lo mejor en nuestro sistema económico”.

“Vi también la agresividad de Didalco Bolivar, en otras ocasiones no la observé, ni siquiera el 11 y 12 de abril….si quieren irse váyanse, no son imprescindibles”, dijo.

“Concluí que el partido Podemos, Patria para Todos y el PCV no quieren, al menos sus voceros, construir el partido único en Venezuela, bueno está bien sigan su camino, pero no tiren piedras para acá”.

Pidió sinceridad a Didalco Bolívar y a los demás partidos “sean sinceros, lo que queremos desatarnos al clientelismo político que tanto daño le ha hecho a este país”.

Aclaró que es muy distinto la social democracia al socialismo y el socialismo y que ellos (los partidos en desacuerdo) tienen que escoger cual “camino seguirán, nosotros haremos el partido único y déjennos tranquilos”.

“No puedo quedarme callado ante el discurso agresivo del gobernador de Aragua, Didalco Bolívar y el máximo representante de Podemos; váyanse por la puerta grande, como amigos y traten de construir lo que ustedes creen”.

Necesito hombres y mujeres que “quieran marchar conmigo, así sean cinco hombre y mujeres, aunque yo creo que son millones los socialistas; invito a los Consejos Comunales, a los campesinos, productores, a los estudiantes, decanos, profesores y a la juventud venezolana, a todos que se integre a la vanguardia del nuevo partido socialista de Venezuela; pero pregúntese si es revolucionario, si la respuesta es contundente, venga”.

Advirtió que este proceso que lideriza “no es para corruptos, bandidos, ni negociantes de oficio, ni el que busque su beneficio personal, ni el de su familia, pero repito los que quieran irse váyanse, pero con un apretón de manos o en silencio”.


Artículo polémico

En relación a un artículo del periódico Ultimas Noticias, titulado Rebatiña en proyecto iraní, advirtió que se podía dar entender corrupción por parte del gobierno, y mencionó “que pudiera haber intereses privados que no quieren que esto funcionen”

Aseguró que hasta el momento “los iraníes han cumplido”. Reconoció que algunas obras se han “retardado”, no obstante, resaltó que está “seguro que detrás de esa información está los grandes intereses monopolísticos. Seguiremos adelante, con fallas, pero no nos van a amedrentar”.

“Están mintiendo, no es que no se hicieron las obras”, apuntó.

Igualmente, relacionó esta situación con los Estados Unidos, pues a su juicio “el imperio tiene una agresión contra Irán y Venezuela, no quiere que nos independicemos, quiere seguir vendiéndonos los artículos de plásticos”.

“La plantas van en un 88% de avance, ustedes que dicen que no se hicieron las plantas”, dijo.

Venezuela: Inflación y reconversión

Por Domingo Fontiveros
El Universal


Desde el colorado olimpo venezolano se viene anunciando una nueva unidad monetaria para 2008, en la que el bolívar actual equivaldría a una décima de céntimo. Producto de esta reforma o reconversión monetaria, la nueva moneda sería el "bolívar fuerte", denominación adjetivada que aspira denotar poder, fortaleza, solidez.


En esencia, esta reconversión es un acto apenas aritmético, aunque para darle importancia inmediata mayor a la que tiene, el gobierno quiere vincularla a la lucha contra la inflación, creando otro espejismo.


La inflación obliga a ponerle ceros adicionales a la moneda, pero quitarle ceros a la moneda no tiene efecto sobre la inflación. Esto lo conocen quienes en el ente emisor saben de la materia, y por ello eluden afirmar que esta "reconversión" sirva por sí para atacar el problema.


En todo caso, la nueva moneda es para dentro de 9 meses y aunque sirviera para reducir la inflación, que no sirve, más sentido y utilidad tiene discutir sobre lo que se está o no haciendo ahora con una finalidad antiinflacionaria, porque dada la magnitud y características del fenómeno inflacionario eso sí tiene carácter prioritario para el bienestar de la población.


De hecho, siendo cuestión a futuro, la reforma monetaria no tiene entidad suficiente para constituirse hoy en el tema económico central de discusión, aunque para el gobierno pueda convenir distraer el foco de atención del tratamiento de problemas urgentes.


Y es que el brote inflacionario reciente es más grave de lo que se percibe por encima. Primero, porque se viene acelerando con rapidez en forma continua. La tasa anual de inflación general hasta febrero fue de 20,4%, cuando hasta mayo de 2006 fue de 10,4%. ¡Una aceleración de 97%! En el caso de los alimentos, hasta febrero, el aumento de precios fue de 36%, con una aceleración de 181% respecto al de mayo en 2006.


Segundo, porque no es atribuible a devaluaciones o a causas exógenas, como ha sido usual en Venezuela. Sino a presión de demanda interna, resultado de la mezcla de política fiscal-monetaria demasiado expansiva, y a la aparición de límites en la propia capacidad de producción interna acentuados por la represión comercial desde el gobierno.


Es decir, el gobierno no está tratando de validar monetariamente una devaluación previa, ni compensar un shock negativo externo. Al contrario, la causa primaria de la inflación venezolana está en el excesivo gasto presupuestario, que ha potenciado la demanda hasta sobrepasar la capacidad de respuesta de la oferta, incluyendo importaciones. También se ha creado una excesiva oferta de dinero que supera con creces a la demanda. La economía está recalentada por excesivo gasto público, financiamiento monetario del presupuesto y descuido de la infraestructura productiva, aunado a la progresiva implantación de un marco institucional muy antieconómico.


A este respecto, el gobierno no hace nada sustancial. La reducción del IVA alivia brevemente el nivel del PVP, pero al mismo tiempo refuerza el desequilibrio de la demanda respecto a la oferta. También se mantiene la tendencia en el gasto presupuestario y se agrava el acoso al sistema de producción privado. Camino al barranco, pues, con todo y bolívar fuerte.




Un dictador electo
Por Enrique Serbeto
ABC

Entre pitos y flautas, Hugo Chávez se ha gastado la bagatela de cinco mil millones de dólares en una semana de gira, realizada con el único objetivo de «contraprogramar» la del presidente norteamericano George W. Bush por otros países de Iberoamérica. Cinco mil millones sin presupuesto ni auditora. ¿Se dan cuenta de lo que es un dirigente sin control democrático? Algo así no podría suceder en un país normal, o no podría sin que tuviera consecuencias escandalosas. Pero en la República Bolivariana no.

Simplemente anunció que no aparecería en televisión el domingo (al menos libró a los venezolanos de estas horas de tortura) y sin encomendarse ni a Dios ni al Diablo, se subió a su avión presidencial, el «camastrón», y se fue para darse el gusto de ser por unas horas como el espejo del presidente norteamericano. Otra vez anunció que firmaba un contrato para comprar en España barcos y aviones militares, por valor de unos dos mil millones, también como el que pide un solomillo en un restaurante. Y, naturalmente, como lo hacía para ver si conseguía irritar a Estados Unidos, tampoco le pidió permiso a nadie ni para firmarlo ni para dejarlo de firmar, puesto que —por cierto— de aquella confabulación con Rodríguez Zapatero no quedaron mas que cenizas, la mayor parte correspondientes a la credibilidad del actual Gobierno español en toda América. Ya no es fiable ni para Chávez y sus amigos ni para aquellos gobiernos que aun se resisten a sus proyectos megalomaniacos ni mucho menos para Estados Unidos. Desconozco lo qué piensan en Canadá.


Chávez es un excelente ejemplo de un concepto que podría parecer contradictorio, pero que no lo es. Es un dictador. Electo, pero dictador al fin y al cabo. Con un mecanismo electoral dudoso y una oposición a la que desarmó y hundió moralmente, Chávez no es el responsable gobernante de Venezuela, cuya catastrófica situación económica no hay ni que entretenerse en describir, sino el despilfarrador descontrolado de los gigantescos recursos del petróleo. Corrupción y dictadura, nada más que eso es hoy Venezuela.


15 de marzo de 2007

Revolución para Newbies

Revolución Social-Fascista para Newbies

Con esto entramos a Internet

14 de marzo de 2007

El comandante Hugo Chavez Frias presidente de Venezuela agrede verbalmente a un periodista de la red O Globo

Si mi estimad@ lector@,

De nuevo H.Chavez presidente de venezuela agrede verbalmente a un periodista, esta vez su victima es de la "Red O Globo" de Brasil. A finales de Febrero de este año en una sala de prensa habitual en el palacio de Miraflores, en esas maratonicas alocuciones el presidente de la republica bolivariana de venezuela, agrede verbalmente a un periodista por que tuvo el valor de preguntar:

¿Porque la multa que se le impuso la ley venezolana al periodico "Tal Cual" y al escritor de dicho articulo (Laureano Márquez, publicado hace mas de 2 años) ?

Hugo chavez se desangro en una verborrea de mas de 12 minutos, en los cuales hablo de lo Fascista que era la red para la cual trabajaba el periodista, a lo último lo declara persona no grata en venezuela y poco más lo saca con policia.

Será que en venezuela es un crimen pensar distinto a la revolución? Es de fascistas hacerse preguntas de la actuación del gobierno? y peor aún es esa la política que quiere implementar el PDA en Colombia? Los senadores G.Petro y P.Cordoba que opinarán de esto?

Videos
Primera parte


Segunda Parte

13 de marzo de 2007

Los alumnos de H.Chavez muestran lo que la aprenden... en colombia!

Dejando atras los disturbios provocados por las manifestaciones del PDA, una noticia sorprende de nuevo la politica nacional; mientras en colombia vandalos rompian vidrios, lastimaban a la autoridad policiaca, asaltaban establecimientos comerciales; la señora Piedad Cordoba se encontraba en mexico en un seminario organizado por el Partido del Trabajo en Mexico y allí la senadora se reunió con una cantidad de personalidades de izquierda militante del partido politico y algunos otros senadores de uruguay y expreso aquí su odio en contra del gobierno colombiano, el estado, su legitimidad y por último en contra de la misma dirigencia del PLC.

El director del partido presenta un comunicado ventando los comentarios de la senadora P.Cordoba en dicho seminario.

Los alumnos de H.Chavez en colombia no pierden el tiempo, se mueven en la politica y en la vida civil para polarizar el ambiente politico, el objetivo de P.Cordoba en este momento es crear una discidencia radical del PLC y así identificarse como cabeza del socialismo bolivariano del siglo XXI. Es curioso observar como P.Cordoba solo aprovecha espacios en donde se encuentra con sus congeneres de pensamiento radical e ilegitimizan cualquier corriente de pensamiento que no sea la que ellos profesan casi en una actitud religiosa y fanatica propia del medioevo.

Es como yo digo una cosa y digo otra, ud me entiende? verdad?

**Actualización**
El sitio de la señora Senadora Piedad Cordoba ha perdido los enlaces de las notas con relación a este tema (Es que el Internet aguanta todo). Solo se observa un gran banner anunciando su desconteto y posible boicot en contra de su mismo partido, con las mismas muletillas y expresiones de nuestro vecino dictador socialista H.Chavez

**Actualización II**
Al parecer es culpa de un "Hacker", (es que el Php-Nuke es la cosa más maluca que se hayan podido inventar) el que le haya "tumbado" el sitio, pero nos alegra que haya colocado el video de su Verborrea...

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