La impertinencia diplomática de Chávez durante la XVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, en Santiago de Chile, desvió toda la atención hacia el incidente con el Rey de España. El discurso del presidente Uribe bien valía la pena ser conocido.
El pasado 10 de noviembre durante su intervención ante la XVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, realizada en Santiago de Chile, el presidente Álvaro Uribe Vélez pronunció un discurso de alto contenido social que pasó desapercibido entre los asistentes, gracias al alto -pero nefasto- impacto internacional del enfrentamiento entre Hugo Chávez con José Luis Rodríguez Zapatero y el Rey Juan Carlos de España. Hoy recogemos la sustancia de sus palabras como un aporte fundamental a la construcción del país que todos queremos.
El Presidente de todos los colombianos les contó a los asistentes a la Cumbre, que su Gobierno estaba trabajando en cinco valores fundamentales que están cambiando nuestra historia reciente: la seguridad democrática, el respeto a las libertades, la construcción de la cohesión social, la lucha por la transparencia y el respeto absoluto por un Estado compuesto de instituciones independientes de origen democrático que tienen que colaborar armónicamente por los bienes superiores de la comunidad.
Uribe priorizó en su discurso el tema social, como eje fundamental de cambios estructurales en el país e hizo hincapié en las bondades de la inversión externa, pero con responsabilidad social. No es un secreto en la región que Colombia está trabajando fuertemente en la transparencia en las relaciones de los inversionistas con el Estado, en la transparencia en los contratos, en las concesiones como fórmula de desarrollo, y en la transparencia en la solución de las disputas y la claridad en la tributación.
Y mientras sus homólogos de Venezuela y Nicaragua vociferaban en contra de la inversión española y traían a colación temas no muy diplomáticos, nuestro Presidente mencionaba la importancia de la inversión externa cargada de solidaridad con las comunidades, especialmente en lo que le concierne al tema ambiental.
Pero el tema en el que más se explayó el Mandatario de los colombianos fue en el del desarrollo integral de la llamada "cohesión social" y en la búsqueda real de la equidad. Alcanzó a enunciar brevemente lo que esta administración ha venido ejecutando en materia de micro crédito, educación en todos los niveles, de financiación universitaria, de nutrición, de acceso a la salud, vivienda social, agua potable y seguridad alimentaria, entre otros puntos que son verdaderas piedras angulares de la transformación social.
Es importante observar en el discurso del Presidente un dato que habla por sí sólo: cuando empezó su Gobierno la pobreza era del 60 por ciento de la población, es decir, de cada 10 colombianos 6 eran muy pobres; hoy se ha bajado a 4,5 y se espera que antes del 2010 sean sólo dos. Es fundamental que los países vecinos vean en Colombia una realidad distinta a la promocionada internacionalmente, otra cara más allá de los problemas que generan los traficantes de drogas, los grupos guerrilleros y las autodefensas que aún no se han desmovilizado.
La Colombia de hoy es distinta. Hemos mejorado, pero aún nos falta. Hay logros fehacientes en todos los frentes y sólo en estos escenarios -como las cumbres presidenciales- se pueden evidenciar estos avances, pero la agenda diplomática hostil de algunos países vecinos hacen que el discurso de mejora nacional se opaque por la diplomacia impertinente. En Chile hubo cosas más allá del "por qué no te callas", del Rey Juan Carlos de España.
1 Observaciones:
que bueno que estas publicamdo tanto!
excelente para leer.
un gran saludo.
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