10 de diciembre de 2007

La suma de todos los miedos

Humillación, frustración, abandono, soledad y amarga tristeza son sentimientos que abarca a una persona en estado de secuestro, y no en retención, porque al menos en la segunda sus derechos constitucionales son mantenidos y hay justicia y ley para salvaguardarlos.

La contraparte, las familias de los secuestrados sufren lo mismo que sus parientes y cuando el tiempo pasa de los meses a los años, cualquier esperanza por absurda y radical que sea por mantener a sus parientes con vida es justa y necesaria.

El problema de fondo de los 45 secuestrados "canjeables", es que son el escudo humano de las FARC, son tratados como mercancía, la verdad es que es mas facíl que las familias de los otros mas de 750 que le son desconocidos a Francia y Venezuela sean liberados por medio de un rescate de extorsión o militarmente, que como los primeros.

A doña Yolanda Pulencio en cierta medida se le puede entender su dolor, su pena y desgracia, pero que a finales de 2002, el presidente Alvaro Uribe les haya comunicado y pedido su aprobación de un rescate militar y el mismo gomelo papanatas de Lecopte se haya negado como si la Ingrid fuese capaz de razonar con las FARC.

A la pobre Ingrid Betancourt físicamente las FARC la mantienen secuestrada en alguna selva, y su propia familia la mantiene secuestrada psicológicamente, ya Ingrid Betancourt dejo de ser una mujer, ahora, es un santo con pies de barro construido por su propia familia.

La suma de los miedos de doña Yolanda Pulencio, es que Ingrid Betancourt sea rescatada viva por las fuerzas militares de colombia. Que Ingrid Betancourt sobreviva a las FARC y se demuestre lo podrida que esta esa lucha narcoterrorista ante la opinión internacional o que la nueva propuesta del presidente Alvaro Uribe de una salida a los secuestrados "canjeables".

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